El Congreso del Estado aprobó este martes en Sesión Extraordinaria que se inscriba con letras doradas el nombre de Heraclio Bernal en el Muro de Honor del Salón de Sesiones.
La develación de la Placa con Letras Doradas se realizará en Sesión Solemne a la que se convocará para tal efecto.
El correspondiente dictamen fue presentado por la Comisión de Protocolo y Régimen Orgánico Interior, con base en dos iniciativas, una de la cual fue presentada por el diputado Serapio Vargas Ramírez y la otra por la diputada María Victoria Sánchez Peña, ambos del Grupo Parlamentario de Morena.
El Muro de Honor es un referente de la historia de México, en cuya superficie se inscriben diversos nombres de mexicanos ejemplares y a las insignes instituciones que han sido protagonistas fundamentales en el destino de México y particularmente de Sinaloa, que las actuales y futuras generaciones deben conocer.
De Heraclio Bernal se precisa en el dictamen aprobado que a sus 25 años de edad fue un precursor de la Revolución Mexicana en Sinaloa.
Nació en la comunidad de El Chaco, municipio de San Ignacio, el 28 de junio de 1855 y creció en el pueblo minero de Guadalupe de los Reyes, Cosalá, donde aprendió las primeras letras, aunque concluyó su instrucción primaria en Durango. Fue en Guadalupe de los Reyes, donde comenzó a trabajar como minero, pero al inconformarse por el trato recibido de los capataces, fue acusado de robar barras de plata y fue enviado a la cárcel en Mazatlán con una sentencia de 10 años, donde fue liberado por el general Jesús Ramírez Terrón a cambio de sumarse a una rebelión en contra del gobernador porfirista Francisco Cañedo.
Aunque la revuelta fracasó, inició entonces la leyenda de Heraclio Bernal como un bandolero audaz, valiente y generoso con los pobres.
Heraclio Bernal es una figura importante en la historia de México, su vida y obra representan la lucha por la justicia social y la democracia, fue nombrado como un símbolo de la resistencia del pueblo mexicano contra la opresión y la dificultad.
Su ejemplo inspiró a otros líderes populares, líderes antecesores, que siguieron la resistencia hacia esta misma libertad, como Francisco Villa, que siguieron luchando y que guiaron hacia la Revolución Mexicana.
Fue un liberal firmemente convencido, gracias a la trayectoria de su padre y su camino en la política adoptó el mismo sentir, con mayor inclinación hacia la sociedad, impulsado por su gran admiración hacia Benito Juárez y sus ideales. Creía en la democracia, la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos, sin importar su religión, raza o etnia y condición social; creía que todos los mexicanos, por derecho propio deberían tener educación, salud y justicia.
Sostenía que todo tipo de trabajadores merecían un salario justo, condiciones labores seguras y protección de todos sus derechos.